Ya desde 1979, ante el creciente número de socios, se hacía necesario contar con un predio que sirviera de complemento a la sede de Villa de Mayo, que permitiera tener una cancha de golf de 18 hoyos, pileta, canchas de tenis, etc. y lotes adecuados para que los socios pudieran construir su casa de fin de semana o permanente. Hubo varias posibilidades pero se destacó una fracción de 155 has. A la altura del km. 62 de la Ruta Nacional Nº 8, en Pilar. Tenía un casco viejo, galpón y añosa arboleda.
La opción de compra se concretó el 29 de mayo de 1980 y los socios compraron los 200 lotes el mismo día que se hizo la oferta. Luego se autorizó la venta de 150 lotes más. El boleto de compraventa se firmó el 8 de julio de 1980, consistente en el 10% del monto convenido. La escritura se realizó el 12 de enero de 1981. Se llamó a concurso de antecedentes para ver quiénes intervendrían en el anteproyecto para el contry. Se seleccionó entre 5 proyectos el de los arqs. Amaya, Devoto, Lanusse, Martín Pieres y Cantaluppi, Orellano, Pieres (h) y Roca. Cabe señalar que el Club no se endeudó en este proyecto de Club de campo.
En abril de 1984 se concluyó la primera casa de CUBA Fátima, de Juan Carlos Parmigiani, a la par de las obras en la de Alberto Olivero Quintana, Carlos Castrillo, Jorge Troncoso y el quincho de la familia Fracchia.
Por entonces, el futuro country apenas contaba con el cerco y la tranquera. "Sólo teníamos la confianza y buena fe en CUBA y nos largamos sin dudarlo a comenzar la obra aunque el terreno ni siquiera estaba escriturado. Comenzamos sin electricidad, ni gas, ni teléfono ni agua. No teníamos club house, ni deportes, pero después todo fue surgiendo con el entusiasmo de muchos", recuerda Parmigiani, quien fue secretario de esta sede durante 10 años.
La primera casa
Con alambrado perimetral, no había casi árboles y los primeros propietarios eligieron sus terrenos por la altura, respecto de otras zonas bajas, y distanciados del club house y la zona de deportes. Había un grupo electrógeno en cada casa en obra y la primera, realizada por el arquitecto Jorge Virasoro, llevó 120 días. El mismo sábado de agosto de 1984, cuando la inauguraron, se conectó la luz.
El empuje del presidente Ezequiel Holmberg, logró cumplir los objetivos y deseos de quienes construyeron sus casas dentro de un club de 160 hectáreas, de las cuales 40 pertenecen a la cancha de golf, con 700 lotes de 1000 mts. cada uno.
"Muchos socios compraron numerosos lotes y el día que se abrió la venta hubo cola desde las tres de la mañana, porque uno elegía el lote que quedaba sin vender. Y nos parecían caros. Uno pegado a la cancha de golf costaba U$S 25.000. Con la venta de lotes daba para hacer todas las instalaciones, separadamente del resto del presupuesto, pero luego los dólares se convirtieron en pesos y ahí todo CUBA tuvo que aportar para terminarlo", comenta Parmigiani.
El 24 de mayo de 1986 se realizó la inauguración oficial y bendición de las instalaciones.
El golf atrajo socios
Las obras del club house empezaron el 14 de noviembre de 1987, y el 21 de abril de 1991 se realizó un asado por la conclusión. El crecimiento fue sorprendente porque más allá de la crisis e inflación las obras siguieron avanzando sobre todo en la segunda etapa, al agrandarse la cancha de golf que atrajo a mucha gente.
También la organización de los deportes y las olimpíadas en verano, a cargo de Christian Nissen, actual secretario de sede, dio mucho impulso.
(Extraído de la Historia del Club Universitario de Buenos Aires, 1968-1993 y de la revista "El Club", sept/oct. 2002)