En la ciudad de Seabrock, un joven abogado fue asesinado . El culpable no dejó pistas. Pronto la policía detuvo y fue condenado un sospechoso, Quincy Miller. Durante veintidós años mantuvo su inocencia hasta que decidió enviar una carta al Ministerio de los Guardianes, una organización liderada por un abogado y sacerdote episcopaliano, quién viaja por el país luchando contra sentencias injustas.