Lourdes Dorronsoro, coordinadora del Programa Familia Educadora, cuenta cómo seguimos trabajando en contexto de pandemia y aislamiento social.
Hoy el Programa Familia Educadora continúa brindando acompañamiento personalizado a 80 madres y familias de Fátima y Los Polvorines. En los encuentros telefónicos y a través de las propuestas que nuestro equipo les acerca cotidianamente, nos cuentan que el apoyo y contención por parte del brazo solidario del Club es un sostén importante.
El relato en primera persona de la Trabajadora Social nos confirma que, aunque la realidad nos haya impuesto nuevas formas de comunicarnos y encontrarnos, cuando existe confianza y la decisión de pensarse a uno mismo, la virtualidad no es un impedimento. Hoy buscamos acompañar a estas madres para que, estando mejor ellas, sus hijos y hogares transiten esta cuarentena y sus dificultades con el mayor bienestar posible.
“Acompañar a las mujeres del Programa Familia Educadora es un desafío en estos tiempos que corren. Sin embargo, lo que ha cambiado en el encuentro es solamente la herramienta, que ahora es la tecnología. Le teníamos mucho miedo porque nuestros encuentros tienen que ver con el contacto, la cercanía... nos encontramos con la sorpresa y con el regalo de estas conversaciones, con mate en mano, donde se acuerda un horario y significa un momento para ellas destinado a pensarse. Nos ha posibilitado encontrarnos de una manera intacta: desde la magia de lo profundo, de la mirada, de la pregunta que nos habilita a seguir transformándonos. En este tiempo, que pareciera que estamos solos, pero seguimos siendo con otros.”
En los tiempos que nos toca afrontar, Fundación CUBA sigue #máscercaaladistancia, porque el futuro de estas 80 familias vecinas al Club no se detiene.