Felipe Pollitzer (17), Capitán del Equipo Colorado, escribió una increíble crónica de las Olimpíadas Fátima 2018, adonde Argentina salió Campeón, Popi Colombres y Alejo Acosta fueron los mejores deportista, el equipo Amarillo Mejores Capitanes y el Azul el más solidario. Pero las olimpíadas son por sobre todo una fiesta en la que todos son campeones y protagonistas y adonde lo valores del club se viven con pasión.
En general febrero es un mes que la gente asocia con descanso. En Fátima, febrero es el mes más esperado por todos. Es CUBA en su máxima expresión. Es la Burbuja de la que nadie sale durante 4 semanas. Febrero es un camino en el que los ánimos van subiendo con el pasar de los días. Es una montaña que tiene como cima un ritual incomparable con cualquier otro evento. Un fin de semana donde todos aquellos que tenemos la suerte de ser parte de Cuba Fátima nos juntamos en una competencia única: las Olimpíadas. Las palabras pueden transmitir una idea, pueden crear una imagen, pero lo cierto es que, para entender las olimpíadas, hay que vivirlas. Aquí intentaré contarles por qué este evento es tan mágico como todos dicen y sienten.
La semana previa los colores ya se hacen sentir, los bombos suenan y se ven banderas por las canchas de fútbol. Los chicos especulan ansiosos cuál será su color mientras aprenden canciones de diversos equipos. Los capitanes ya tienen todo lo necesario para hacer de su color una fiesta. Un cartel en la administración avisa el jueves anterior a las Olimpíadas se publicarán los colores, pero no sirve para evitar lo de todos los años: El miércoles a las 8 se llena de chicos en las puertas del club esperando los colores. Se abren las puertas y aparecen las 16 listas. Algunos festejan al punto de tirarse a la pileta, otros se desilusionan un poco. En Fátima, la preferencia de los chicos no está en su equipo, sino en sus capitanes. Los chicos quieren cantar y divertirse por sobre todas las cosas, ganar es secundario. Así lo entienden también los capitanes, quienes se enfocan en hacer que sus jugadores se diviertan, participen en las competencias, aprendan canciones, y se sumen a las creativas ideas de cada color.
Desde el instante que salen las listas la excitación de todos aumenta notablemente. No se puede hablar de otra cosa. Se arman grupos de whatsapp de equipo y hasta de snapchat. Dormir se vuelve una tarea muy difícil una vez que uno se imagina amagando en el pañuelito o corriendo en la posta. El viernes a la noche la ansiedad es tal que nadie tarda menos de una hora en dormirse.
Y finalmente, llega el sábado. ¡Empieza la fiesta de las olimpíadas! Camino al club la gente ya empieza a ver el colorido por las calles. La principal está decorada con globos y una vez en el club los capitanes despliegan sus banderas. Año tras año los colores intentan superar a los demás y superarse a sí mismos. La vara se pone cada vez más alta. Entran las capitanas del amarillo haciendo una coreografía de la serie del verano, "La Casa de Papel", con una dedicación a Miriam. El colorado hace su entrada con una carreta arrastrada por un caballo, desde la que un rey muy serio saluda al público, junto con los capitanes. El naranja ingresa con una murga. Estos son adelantos de lo que se verá durante los 3 días de competencia.
Será complicado superarse el año que viene. Este año hay un inflable, un carruaje, un tractor, una bandera de 50 metros, y hasta una avioneta! Al equipo Rosa le llega un delivery de Cindor con un drone. Spiderman, Pepa Pig y la Pantera Rosa están presentes. Hay banderas con frases creativas, parlantes y bailes, y hasta un carrito de supermercado. Un equipo llega a comprar una carpa y la lleva de un lado a otro. Si de algo estoy seguro, es que la creatividad de cada uno se exprime al máximo!
Luego de que cada color llega y se establece, comienzan los juegos. El primer día se juegan todas las clasificaciones. Mancha por tiempo, pileta, postas, futbol, revuelto de gramajo. Con un rato en el medio donde todos paran a comer. Allí se empieza a marcar el camino de aquellos equipos que les está yendo bien, y aquellos que les está yendo mal. La gente ya empieza a especular con quien será el campeón, pese a ser muy temprano aún. Se termina el primer día con la caída del sol en las canchas del fondo.
El domingo a la mañana los participantes "A" y los capitanes de cada equipo se levantan luego de la fiesta del sábado, pero con el espíritu intacto. Claramente el corazón puede más que el cuerpo. Algunos colores llegan puntuales, otros se anticipan y llegan antes que los jugadores. Nuevamente, el corazón puede más. El domingo se juegan las clasificaciones del pañuelito y las finales de las carreras en la pileta y en las canchas del fondo. Previo al inicio de la tarde se juntan todos los participantes en una cancha formando un "100 CUBA" en reconocimiento a los 100 años de existencia de este club tan amado. Popi Colombres gana las carreras de dos anchos y los 100 metros mujeres, llevándose muchos votos para el premio de mejor deportista mujer. En dos anchos varones Marcos Racimo llega primero y en 100 metros el pelado Giovanni Craveri vuelve a ganar tal como en 2017. Esa tarde tambien se define el fútbol.
La definición del fútbol sería un presagio del final de estas olimpiadas. En la final se cruzan Argentina y Violeta. Sobre la hora la albiceleste empata y van a penales. Todo CUBA reunido alrededor de un arco para ver quién gana este juego de puntaje A. Un momento épico sin dudas es cuando agarra la pelota Trini, jugadora del Violeta. En el arco, Felipe, su hermano. La familia Azpiri se lleva el protagonismo. Dicen que no hay nada más difícil que patear un penal frente a todo tu pueblo. Y todo el pueblo está allí. Trini mira a su hermano, sonríe confiada. Patea fuerte y arriba, Pipe no puede contener y el duelo familiar se lo lleva Trini, abrazada por todos sus capitanes. Sin embargo, el violeta falla uno y Pipe ataja otro, dejando en pies de Santi Lomanto la chance de ser el campeón del fútbol, y luego de algo más. Santi convierte y Argentina gana. Fin del domingo y a esperar hasta el sábado siguiente. Capitanes y jugadores se quedan disfrutando un rato más de ese clima único que se genera en época de olimpíadas. Cuando termina de llegar la noche los últimos presentes se van a sus casas a descansar después de dos días intensos.
Toda la semana se espera el tercer día. Algunos ya en la facultad, otros en el colegio, la cabeza está en CUBA. Llega el sábado y a las 9 todos en el club. Otra vez hay gente que llega antes. Es el día de las finales. Se define la mancha por tiempo donde gana el Verde Claro, el pañuelito se lo lleva el Violeta. Se juega el buceo, la carrera de neumaticos y todos a comer. A la tarde, la carrera de obstáculos, y la cinchada para cerrar la competencia. Luego se aguarda hasta la entrega de premios.
Hasta acá fue el resumen en orden cronológico de los juegos y los ganadores. Ahora déjenme contarle las verdaderas olimpiadas. Esos momentos que las hacen tan únicas. Bordo, Rosa y Rojo cantando con jugadores de todos los colores bajo una lluvia de agua que tira Areco desde la manguera. Dos colores cantando juntos dentro de la pileta sin parar y salpicando agua. Allí no hay rivalidad. Los capitanes festejando cada punto de pañuelito, cada amague de mancha por tiempo o cada gol de sus jugadores. Los chicos cantando felices cada uno con su equipo y con otros colores. Los más chicos comandados por sus capitanes atacando con bombuchas y espumas a otros grupos.
Esos son los momentos que solo se viven en esta fiesta de cada año. La noche del sábado cierra con la entrega de premios. De arranque ya es emotivo. Suben aquellos que se despiden de las olimpiadas. Los jugadores de 16 años que luego de tantas olimpiadas se van. Todos abrazados son aplaudidos y cantan el clásico "No nos vamos nada". Un canto que es un deseo muy profundo de no querer dejar de ser partícipe de esto. Pero el fin de un ciclo trae el inicio de otro. El paso de jugador a capitán significa otra manera de vivir las olimpíadas. Como capitán, el rol debido es hacerle pasar unas inolvidables olimpíadas a quienes juegan. La mayor satisfacción de un capitán es ver a sus jugadores felices y escuchar agradecimientos. Un capitán que es querido por sus jugadores ya es campeón. Se ve en varios colores esa situación, y la gente reconoce y agradece. La mayor evidencia fue cuando el premio de los mejores capitanes fue para el Amarillo. Fue aplaudido por haber sido un gran grupo de capitanes, nadie lo discute, pero el gesto notable fue otro. Cuando los capitanes de todos los colores comenzaron a cantar la canción del rosa, en reconocimiento por ser querido por todos los chicos e inclusive por todos los capitanes sin excepción. Allí no hay rivalidad. Realmente, en estas olimpíadas el campeón más importante es aquel color que todos los chicos piden ser, y ese canto dice mucho.
Luego empiezan a llamar a cada color, desde el 16avo puesto hasta llegar al campeón. Cada color sube a la loma de la cancha de golf y festeja en su respectivo momento. Los chicos entran a cantar cada vez que quieren con cualquier color, olvidando que remera tienen puesta, solo quieren abrazarse y cantar junto a sus amigos. Casualmente el campeón y el subcampeón, fueron el campeón y el subcampeón del fútbol: Argentina y Violeta. Pero eso será anecdótico. Lo que todos recordarán son los momentos ya mencionados. Los pogos cantando todos juntos, los abrazos en cada juego, cada genialidad creativa de los capitanes, cada sonrisa de los chicos.
Eso es lo que nos enamora tanto. Nunca hubiera imaginado ver a un chico de 9 años vomitar y querer seguir jugando. Otro que se corta las manos en la cinchada y se las venda para seguir tirando. Situaciones que muestran lo que puede el corazón por esta locura. Les puedo asegurar que no hay capitán de ningún color que no se llene de felicidad al escuchar los agradecimientos de sus jugadores, al punto de recibir llantos de algunos. Al día siguiente la gente empieza a abandonar CUBA, se vuelven a la ciudad, algunos a Córdoba o Entre Ríos. Las despedidas son difíciles. Muchos lloran y me niego a creer que hay alguien que no se siente vacío. Se ve en las caras de todos. Pese a saber que a muchos los verán en tan solo una semana. Pero la despedida es al verano, a las olimpíadas, a la rutina de vida que se genera en esta burbuja durante todo el mes. La competencia dura 3 dias pero se vive durante todo febrero. Algo que creo que no se puede dejar de destacar es como todo esto es generado principalmente por los jovenes y niños. Hay una organización que se ocupa de hacer funcionar las olimpiadas, pero hay alrededor de 750 chicos que ponen lo mejor de si, deportivamente y por sobre todo, lo mejor de su persona y de sus valores. Ellos son los protagonistas y quienes generan el ambiente que se ve.
A 100 años de la creación de CUBA no he escuchado hablar de nada que se asemeje a esto, ni dentro ni fuera del club. Es el sentimiento de pertenencia, el hecho de sentirse parte de un grupo de gente tan grande, donde todos se unen con el fin de disfrutar y de ver disfrutar al otro. Siempre termina y siempre la nostalgia abunda, sin dudas lo que se genera a lo largo de febrero y en las olimpíadas causa un gran impacto. Esto además habla de una gran calidad de gente. De personas con valores que hacen que las olimpíadas sean lo que son. Una fiesta de risas y emociones que desembocan en un llanto de felicidad. La competencia queda en un segundo plano.
Solamente me queda agradecer a los organizadores, a los capitanes y en especial, a los participantes. El mejor evento del año vuelve a culminar emocionando a todos. El corazón esta lleno.
GRACIAS CUBA!
Olimpíadas 2018
Tabla de posiciones de los equipos
1-Argentina
2-Violeta
3-Amarillo
4-Colorado
5-Verde Claro
6-Rosa
7-Azul
8-Gris
9-Blanco
10-Rayado
11-Bordo
12-Naranja
13-Celeste
14-Marron
15-Verde Oscuro
16-Negro
Premio Castellini (Mejores capitanes):
Amarillo
Premio Paul Dufour (Mejor jugador que se despide de olimpíadas):
Varón: Alejo Acosta
Mujer: Sofia Colombres
Ganador de la Prueba solidaria:
Azul
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