El 17 de Octubre de 2015, Nacho Martiarena debutó como boxeador. Les compartimos su relato de una noche inolvidable, la noche en que se recibió de boxeador.
El 17 de Octubre de 2015, Ignacio Martiarena debutó como boxeador. Les compartimos su relato de una noche inolvidable, la noche en que se recibió de boxeador. Al pie de la nota encontrarán el video de la pelea.
"Hoy se recibe de boxeador" me dijo Fer, uno de mis profes mientras me palmeaba el hombro derecho camino al ring.
Era un sábado a la noche, en Parque Avellaneda. Hacía frío, pero casi no lo sentí, sentía mil cosas más antes. Estaban ahí mis amigos, algunos del colegio otros del club y algunos otros de la vida, presentes desde temprano para apoyarme.
Caminé por todo el lugar, comí todo lo que no había comido en la semana después del pesaje, y me hicieron una nota para algún medio local de boxeo amateur (nunca encontré esa nota).
Empezó el festival y en el momento indicado me fui al vestuario donde se preparan todos los boxeadores con sus entrenadores según el color de rincón antes de subir a pelear. Me vendé en dos segundos y esperé un montón ahí sentado, pensando mil cosas, viendo a los demás boxeadores que entraban y salían. Algunos volvían festejando que habían ganado, otros de mal humor por haber perdido y muchos otros esperaban su turno como yo.
Al lado mío estaba Tincho, mi otro entrenador, que me distraía un poco de la tensión del lugar y que me repetía la estrategia que tenía que aplicar. Yo mientras miraba alrededor, sentía el ruido de las manoplas de los boxeadores próximos a pelear, escuchaba gritos, aplausos, de todo.
Cuando faltaban 10 minutos para que subiera, me trajeron los guantes que iba a usar. Casi que no me entraba la mano de lo chicos que eran. Acostumbrado a usar guantes de entrenamiento, que son grandes y te protegen más a vos y a tu rival, me quedé impresionado. Lo miré a Tincho mientras me ayudaba a ponerme los guantes y obviamente entendió todo lo que le quise decir.-"Sí Nacho, son chicos los guantes y usted tiene mano grande asi que mas le vale que se defienda y meta la mano viejo" me dijo riéndose.
Hicimos un poco de manoplas y subimos al ring, había llegado el momento. . .
Subí al ring, mis amigos gritaron, saludé al referí, a mi rival, a su esquina. Me acuerdo que cuando nos llama el referí nos llamó al centro del ring para darnos las instrucciones de la pelea, mi rival me miró con cara de malo, como se suponía que tenía que hacer. Yo hice el intento, pero nunca me salió - simplemente no tengo cara de malo - asi que solo escuché al referi y volví a mi esquina apenas terminó.
Empezó la pelea, mi rival salió con todo a revolear con alma y vida. Se sentían las manos del otro en la cabeza. Pensé que tenía dos opciones, o empezaba a tirar manos yo o esto iba a ser bastante más tenso. Enganché al final del primer round un cross que le hizo un cortecito en la frente (tocan la campana y él se toca con el guante y se mira que tenía sangre).
En la esquina me dan indicaciones de que le empiece a tirar fuerte y en combinación.
Salimos al segundo round, pasaron unos segundos y me acomodé para tirar un jab y una derecha. Termino de tirar la derecha, levanto la vista y veo que mi rival no estaba, estaba en el piso. Me fui a la esquina blanca con las manos arriba a esperar el conteo.
Fue emocionante todo, mientras le contaban hasta diez a mi rival vi a mis dos profes gritando desesperados, en especial a tincho que a los gritos y haciendo señas con las manos me intentaba decir que si le daban el pase al otro para que siguiera peleando lo buscara con los rectos. La cuenta terminó, no pudo seguir mi rival, salí con las manos arriba hacia mi rincón a festejar con mis profes, los abracé, después a mi rival y saludé a su esquina de nuevo como corresponde.
Todos gritaban, amigos, conocidos, y la gente que estaba ahi viendo. Me bajé del ring, me hicieron otra nota, del mismo medio (tampoco encontré esa nota).
Fui a saludar a mis amigos que estaban como locos, yo ya no entendía nada. Uno de mis más amigos, fanático de river, me dice " una locura, no me emociono así ni en la cancha").
Esta fue una linda noche y es un más lindo recuerdo todavía por eso mismo se los quería compartir.