Este libro publicado en 1921, el autor relata el viaje de apenas nueve días que realizó con su mujer Frieda a Cerdeña. Lawrence logra el propósito de todo libro de viajes: pintar el alma de las gentes, retratar el espíritu de los pueblos y dejar constancia de cómo el viaje cambia a uno y lo enfrenta con su propia esencia.