por Nacho Zubiaurre
Soy un nadador novato. Todavía no cumplo 2 años yendo a las clases que da Gustavo en Palermo. Por este motivo, cada evento en torno a la natación es una novedad para mí y siempre dudo acerca de mi capacidad potencial para poder completar las pruebas. Mi única experiencia, aunque satisfactoria, fue en el desafío Catedral 2021. Cuando me enteré de la realización de este evento, por supuesto me invadió la incertidumbre arriba descripta (la pileta tiene 50 metros, Gustavo me dice que espera que nade al menos 3000 metros, qué pasaría si nado muy lento, etc). Decidí dejar los fantasmas atrás y me anoté para nadar los 3000 metros acorde a las expectativa.
El 4 de diciembre amaneció nublado, y el día invitaba más a quedarse leyendo el diario con un buen desayuno que a ir a nadar a Villa de Mayo.
Al llegar y empezar a ver caras amigas, todo empezó a cambiar. Encontré gente muy motivada y ese ánimo se iba contagiando. Era muy tangible el concepto de lo valioso del entrenamiento en equipo.
Finalmente estaba ya en el agua nadando. El comienzo fue algo complicado ya que el tamaño de la pileta es el doble de la de Palermo. No llego más al final, repetía mi cabeza. Sin embargo, a medida que iba pasando el tiempo, me fui adaptando. Encontré una cadencia para las brazadas, pude relajarme y empecé a disfrutar. Mi cabeza cambió el discurso y ahora me decía que podía hacerlo. De repente había completado 2000 metros, estaba nadando más rápido y sentía que tenía mucho resto todavía. De hecho, hasta lo dije en voz alta: “No estoy cansado” y varios se preguntaban qué me pasaba.
Y llegando al objetivo de los 3000, levanto la cabeza buscando los aplausos y veo a Gus que me dice “Te veo bien, por qué no metes 1000 mas?“. No lo podía creer, pensé que era un chiste, pero se quedó con la expresión inmutable. “¡Dale Nacho, salí! Y ahí estaba nuevamente nadando. A los 3.500 mts ya me dolían mucho los hombros y decidí que ya era suficiente. Ya había superado el objetivo y estaba muy conforme con lo realizado.
La jornada terminó con un rico asado en un clima de camaradería y con testimonios muy motivadores de Nico, Gus y otros nadadores con diferentes experiencias.
Para mi fue, sin dudas, una experiencia muy positiva y estimulante. Invito a los novatos como yo, a animarse a participar en este tipo de eventos y por supuesto que ya estoy pensando en los 4000 mts del año próximo.